miércoles, 27 de junio de 2012

Distancia

Hoy, tras un tiempo sin hacerlo, he vuelto a soñar con él. Me hablaba y en un momento de la conversación sonrió, aparté entonces mi vista de sus ojos. Sabía lo que significaba esa sonrisa y dolía... 

Al despertar, he estado un rato pensando, siempre lo he intuido, aunque nunca he sabido dar forma a ese pensamiento. Para él no soy el final del camino, siempre hay un punto más lejano en el cual centra su atención. Quisiera que me viera "a mí" y no "a través de mí".

Yo... que sólo quiero perderme en su mirada y dejarme cautivar por sus ojos felinos, por su sonrisa, por sus palabras. (26/07/2010)

jueves, 31 de mayo de 2012

Negación

En medio de una conversación telefónica, R. me expresa su sorpresa por mi llamada. Más sorprendida quedé yo, pues lo cierto es que hablo con él con cierta frecuencia. No fue hasta pasados unos días que supe darle sentido a sus palabras, aquella era la primera vez que me dirigía a él para hacerle una pregunta, pues necesitaba cierta información. Quien me conoce, sabe de mi particular personalidad y que muy, muy raramente, suelo pedir ayuda, hasta ese punto llega mi independencia... Pero, con qué excesiva frecuencia me niego a reconocerlo...

viernes, 4 de mayo de 2012

Pequeña felicidad

La distancia era más que suficiente como para dar un buen paseo, pero decidí no hacer uso del transporte público, rara vez lo hago, esa es la suerte de vivir en una ciudad pequeña, que en la mayoría de los desplazamientos puedes permitirte el lujo de hacerlo a pie.

A pesar de que en el camino de ida el sol lucía en cielo, a la vuelta comenzó a nublarse. Poco después comenzó a llover. No fue un gran inconveniente, iba preparada. Seguidamente, el viento se hizo lo suficientemente fuerte como para salpicarme la cara de gotitas de agua y no siendo suficiente arreció de tal forma que me vi haciendo malabarismos con el paraguas, pero vamos, sin problemas, soy una artista en estas lides.

Resultado final del paseo: Odraz calada hasta los huesos, heladita de frío y con los pelos como si hubiese metido los dedos en un enchufe. Aunque, eso sí, con una sonrisa de oreja a oreja.

A veces, soy feliz en los momentos y circunstancias más insospechados.

jueves, 12 de abril de 2012

Conversaciones

Me cuenta que nunca lee el periódico. Que cuando su pareja enciende la televisión para ver los informativos, le pide que use los cascos o cambia de habitación para así no oír nada. Que no le gusta escuchar los problemas de sus amigos, pues estos le incomodan. Que casi nunca lee un libro y si alguna vez lo hace y su lectura le hace cambiar el ánimo, lo cierra y no vuelve a retomarlo más. "¿Por qué?" le pregunto intentando comprender. "Evito lo que me abstrae de mi mundo, de mi propia realidad".

Sigo dándole vueltas a esta conversación, pero no, sigo sin entender.

lunes, 26 de marzo de 2012

De predicciones fallidas

Esperabas un día gris y tormentoso, no cesaban de anunciarlo en todos los partes meteorológicos, así que preparaste el paraguas para cobijarte de lo que se avecinaba. Pero, contra todo pronóstico, el día no fue tan malo como se creía. A veces, las predicciones no se cumplen, afortunadamente.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Caminos

Inicias un camino, no te planteas el lugar al cual te llevará, tan sólo dejas que tus pies den un paso y luego otro, y te recreas en eso, en el simple hecho de avanzar. Luego, con el tiempo, se apodera de ti la sensación embriagadora que produce la expectativa ¿Hasta dónde podré llegar? ¿Qué es lo que espero alcanzar? Y durante un largo tiempo sigues caminando... Te sientes bien, estás feliz. Y entonces surgen los pequeños obstáculos y dudas ¿Merece la pena seguir adelante? Y a veces, se apodera el miedo de ti ¿Y si al final del camino descubres que sólo hay vacío? que has caminado durante todo este tiempo para... ¿nada? Aunque ¿realmente esperabas encontrar algo? Sorteas los obstáculos y sigues, hasta que algo inesperado te obliga a frenar y por vez primera en años te sientas, esperando que aquello que te ha inmovilizado desaparezca del mismo modo en que ha aparecido, pero... eso no sucede. Y te planteas seriamente que quizás haya llegado el momento de abandonar ese camino e iniciar el regreso. Y entonces, encuentras un vericueto, aunque no sabes si serás capaz de seguirlo. Lo miras de reojo día tras día. Dudas... es difícil olvidar la ilusión que te llevó al lugar en el que ahora te encuentras. Y te decides. Lo vuelves a intentar. Quizás, realmente algo te aguarde al final del camino.